Es evidente que el término préstamo hipotecario, siempre ha ido unido a la adquisición de viviendas, debido sobre todo a que para su adquisición, cualquier persona necesita de un crédito, las denominadas hipotecas, así como porque los inmuebles sirven como aval y garantía , cuando se solicita un crédito, si no se dispone de ingresos regulares, por lo que la figura del préstamo hipotecario va asociada a la vivienda.
Los préstamos hipotecarios, suponen, para el usuario de esta forma de financiación, un contrato de larga duración, entre él y la entidad financiera, por lo que para realizar la elección del mismo, hay que tener en cuenta una serie de “pautas”, antes de firmar ese contrato, y elegir el mejor préstamo, que se adapte a la situación de cada cliente, por lo que habrá que tener en cuenta:
• El importe que se va a solicitar o capital del préstamo , siempre teniendo en cuenta, cuánto va a ser el importe máximo que la entidad financiera va a prestar, siendo, por lo general, sin garantías extras, de un 80% del valor de tasación de la propiedad que se va a adquirir, por lo que es importante, que se calcule el 20% restante, teniendo en cuenta los gastos que se incluyen en la tramitación de la hipoteca (se estima que aproximadamente son el 10% del precio de compra de la vivienda y la compra-venta del piso o vivienda, por lo que habrá que revisar los ahorros, para ver si podemos hacer frente a toda esa serie de gastos, además de dar confianza a la entidad, a la hora de la concesión del préstamo, ya que así ellos evaluarán, la posibilidad de hacer frente al pago de la hipoteca, y a sus cuotas.
• El tipo de interés, vigente, para la formalización de la hipoteca, haciendo un pequeño estudio, de la elección del mismo, ya que entre la oferta del interés a elegir, nos encontramos con 3 posibilidades de calcula la letra de la hipoteca:
– Variable: En España es la principal alternativa que se elige, ya que se fija en función, del Euribor, que se toma como referencia para el cálculo del interés a aplicar en el préstamo, con lo que el pago de la cuota dependerá del valor al que esté ese interés. Otra referencia ampliamente utilizada es el IRPH tambiñen conocido como Interés del Conjunto de Entidades o la media de todas las hipotecas del sistema.
– Fijo: Siendo más caras, ya que el interés es siempre el mismo, aunque da la seguridad que la cuota es constante y fija. Es poco utilizado en los préstamos hipotecarios a largo plazo ya que su coste siempre resulta más alto que en el caso del variable
– Mixto: Se aplica los primeros años de vida del préstamo, un interés fijo, pasando luego a un interés variable el resto de vida del préstamo hipotecario. En el caso de los variables y mixtos, un aspecto muy importante es el diferencial contratado ya que afectará de manera importante en el tipo de interés final a pagar.
• Cuota o letra a seleccionar, ya que existen tres tipos de cuotas: constante, que pagaremos un importe similar durante la vida del préstamo, creciente, que se paga una cuota baja al inicio del préstamo y el importe va aumentando cada año, y la cuota decreciente, en la que el importe va disminuyendo durante el préstamo.
• El plazo de amortización o duración, que nos pone de manifiesto que si el plazo de amortización prolongado es largo, se pagarán más intereses durante más tiempo y se encarece la hipoteca, por lo que si el plazo es más corto, habrá un pago menor de intereses, ya que se produce una devolución del capital en menos tiempo, con lo que resulta más barata esta hipoteca.
• Los productos asociados a la hipoteca, que el banco o caja, pone a disposición de sus clientes, y que lo que pretenden es la fidelización, así como ofertar una rebaja en el diferencial a aplicar, sobre la cuota a pagar, dependiendo de los productos que se contraten, siendo los más ofertados, las tarjetas, así como los seguros asociados de hogar, seguro de vida, seguro de amortización de préstamo, seguro de paro, etc , tanto a la vivienda, como a los clientes.
• Comisiones bancarias, que van unidad al préstamo, tales como la de apertura y estudio, de amortización parcial, de cancelación, de subrogación de hipoteca (por el cambio a otra entidad) y de modificación (novación), comisiones que, algunas de ellas se pueden negociar con la entidad, aunque otras están fijadas por la Ley.
Con todas esta serie de “puntos”, a tener en cuenta, a la hora de elegir la mejor opción hipotecaria que el mercado pone a disposición de los clientes, llega la hora de acudir a la entidad que más se acerque a nuestras disponibilidades y situación económica, ya que esta unión es para una larga temporada de tiempo.
Puede dejar sus comentarios o consultas sobre el préstamo hipotecario o las condiciones de los mismos de tipo de interés, plazo, comisiones, cuotas, etc en los comentarios de esta misma página que será atendido por expertos financieros
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